Hace unos meses os contaba que estaba haciendo algunos cambios para reducir mis residuos o, por lo menos, evitar el plástico.
No todos los cambios pueden ser siempre para mejor, o mejor dicho, no siempre se acierta a la primera. Los cambios de los que voy a hablar están relacionados con la higiene y la cosmética. De momento, con alguno de los cambios que he hecho sí estoy contenta, pero con otros tendré que seguir buscando.
En cualquier caso, os animo a probar. En una ocasión os conté que yo me resistía a hacer estos cambios por si no funcionaban, pero en el peor de los casos siempre se puede volver a lo que se tenía antes. No hay nada en esto que sea irreversible, así que arriesgaos, ¡es muy fácil!
Os hago un breve resumen de cómo me ha ido a mí, por si os sirve de ayuda.
Cambiar el gel por pastilla de jabón
Puede que sea el cambio más sencillo y uno de los que más me ha gustado. Lo mejor de todo es que le dices adiós para siempre a un envase. A mí personalmente me parece que además la pastilla de jabón rinde mucho más que el gel de baño, por lo que además puedes ahorrar un poco de dinero. Noto la piel más hidratada y el baño huele super bien, es como si también fuese un poco ambientador. Vamos que, como he dicho, estoy encantada.
Colorete en envase reutilizable
Después de que el colorete que tenía se cayese y se partiese en mil pedacitos decidí que había que hacer algo. No me apetecía comprar otro que se rompiese tan facilmente y otra vez tirar un envase de plástico y un espejo a la basura.
Por suerte conocí una marca de colorete en el que podías reutilizar el envase, y no solo eso, ¡además el envase es de bambú! La marca de la que os hablo se llama ZAO y la podéis encontrar aquí. Como podéis sospechar, este también es un cambio que se va a convertir en duradero.
Crema ecológica
Aunque no soy muy de cremas, sí que me suelo dar crema tanto por la noche como la mañana y, puestos a hacer cambios, ¿por qué no pasarme a la cosmética ecológica? Por las noches he empezado a usar una crema hidratante con el 99% de ingredientes naturales y no testado en animales. Yo solo la estoy usando por la noches y sí que es verdad que por la mañana se nota la piel mucho más suave. Otra de las cosas que me gusta de la crema es el envase, de vidrio, porque ya sabéis que no todos los envases son iguales. Podéis encontrar la crema Zaffiro Orgánica, y más de esta misma gama, en su página web y también aquí.
Desodorante sólido
A falta de que llegue el verano, y el desodorante pase la prueba de fuego, he de decir que este cambio sí que me ha sorprendido. No tenía mucha confianza en que fuese igual de efectivo que el desodorante convencional, pero va a ser que sí. Yo he usado el desodorante de la marca Lush y de momento estoy contenta. Es verdad que los primeros días estaba un poco perdida, no sabía cuantas veces lo tenía que pasar para que fuese efectivo, pero tras unos días me adapté sin problema.
Champú solido
Aquí no sé muy bien qué pensar, la verdad es que el pelo queda muy bien, pero dudo que dure igual que un champú convencional. Puede que sea por el champú concreto que elegí (hay gente que opina que tiene más tendencia a desmigajarse que otros champús sólidos). El caso es que se ha empezado a romper y sospecho que no va a durar tanto como esperaba 🙁 . Aún así seguiré probando otros tipos de champú sólido.
Cambiar el acondicionador por aceite
Este es uno de los cambios que no ha funcionado. Usé un poco de aceite de argán que tenía para ver si era tan efectivo como decían. En mí caso no ha funcionado en absoluto, ni he notado cambio. Por mucho tiempo que lo dejaba en el pelo antes de lavarlo no he visto mejora alguna.
Como veis no todo siempre sale como esperas o como te cuentan. Aún así, os aconsejo que intentéis algún cambio de estos. Como os he dicho, siempre podéis volver a lo anterior.