Vale, os voy a contar un secreto sobre el aceite de palma: me cae mal. No me refiero a que me siente mal cuando lo tomo (que también), sino que no me parece simpático. Y lo digo así, como si de una persona se tratase, porque últimamente no dejo de coincidir con él y no deja de fastidiarme.
Para ponerte en antecedentes, te diré que hace un tiempo éramos prácticamente desconocidos. Yo conocía su existencia y sabía que no era muy bueno, pero tampoco le prestaba mucha atención. Sin embargo, desde hace algunos años, la información que descubrí de él cambió mi forma de pensar. Y por si tú no has oído hablar de él, te doy algunos datos de su naturaleza.
Problemas que genera el aceite de palma
Después de estos datos empecé a hacer lo que se suele hacer en estos casos, intentar no coincidir con él. Y esto que puede parecer tan sencillo, no lo es. El aceite de palma se encuentra en muchos productos. Se encuentra en tantos que hay veces que acabas aburrida de encontrarte al aceite de palma entre los ingredientes. ¡Así, normal que me acabe cayendo tan mal! Está en la comida precocinada, en muchos de los aperitivos, salsas, cremas, latas de conservas, jabones, cremas, pintalabios… Vamos, que si lees las etiquetas, te das cuenta de que abunda mucho más que cualquier otro tipo de aceite.
Es un ingrediente tan común que hay veces que la solución es dejar de comprar el producto en concreto. Por ejemplo: ¿quieres crema de cacao? Pues olvídate de las del supermercado, porque todas tienen aceite de palma. O por lo menos todas las que he visto. Ya está, algo que no volveré a comer hasta que no aprenda a hacerla en casa. ¿Estarás contento, no?
Lo último que me ha quitado el aceite de palma han sido las galletas que llevo desayunando desde hace muchos años. Aunque la verdad es que igual esto ha sido un regalo, ahora desayuno un poco mejor. Me he pasado al muesli con pasas. Además lo compro a granel y evito el envase de plástico de las galletas. ¡Chúpate esa, listo!
Y, bueno, en mi batalla por evitar este aceite, creo que estamos empatados. Seguro que hay un montón de cosas que lo contiene y aún no me he dado cuenta. No sé si conocías ya el aceite de palma, pero espero sinceramente que te empiece a caer tan mal como a mí. No solo porque su consumo no es bueno para tu salud, sino porque tampoco es bueno para nuestro planeta.