Hoy en el blog toca hablar de un tema “raro”, bueno en verdad no es raro, solo que a simple vista parece que tiene poca importancia. El tema es el suelo, pero no me refiero a si es mejor usar parqué o azulejos, me refiero a la capa externa de la corteza terrestre.
Esa capa, que debe servir para alimentarnos a todos, puede parecer muy grande, pero en realidad es muy pequeña. Si no lo crees, mira este vídeo.
La Asamblea General de la ONU declaró 2015 Año Internacional de los Suelos, no hace falta que hable de la importancia de los suelos en nuestra vida, basta decir que el suelo es la base de todo lo que tenemos, desde los alimentos a los recursos que utilizamos.
En sí, el suelo es un recurso, en este caso no renovable. ¿Por qué? Bien pues, como en el resto de recursos no renovables, el tiempo necesario para formar un centímetro de suelo desde su roca madre puede ser de cientos de años, sin embargo en destruirlo se puede tardar muy poco. De hecho, si un suelo esta desprotegido y en condiciones de riego puede desaparecer con algo tan simple como una tormenta.
Las amenazas a los suelos son varias, pero lo resumiré en 3.
La erosión, producida por la eliminación de la capa vegetal o por malas prácticas agrícolas, entre otras actividades.
Mala planificación territorial, llevada a cabo cuando se construye sobre suelos de gran fertilidad.
La contaminación, bien por vertidos o por el abuso de fertilizantes y herbicidas usados en la agricultura.
Con estos datos, probablemente os estéis preguntando ¿Qué puedo hacer yo para proteger los suelos? La verdad es que esa pregunta también me la he hecho yo, y por ahora no he encontrado una respuesta sencilla, pero sirva esta entrada de información sobre este problema que pasa desapercibido ante los ojos de muchos.