Se acerca Halloween y no sé si por la globalización o porque en general nos encanta imitar las costumbres que vemos en las películas, pero celebrar esta fiesta se está convirtiendo en costumbre en muchos países.
No es raro ver decoración con calabazas, telarañas y demás elementos para asustar a grandes y mayores. Como en todo, las empresas ven una oportunidad de vender más, pero bueno, yo hoy me voy a centrar en un solo elemento: las calabazas.
Como ya sabéis es un elemento típico en la decoración de estos días, pero también puede ser una fuente de desperdicio de comida si no se sabe usar bien.
Tradicionalmente las calabazas se vacían, se tallan simulando una cara y se pone una luz en el interior. Esta actividad no tiene por qué suponer un desperdicio en sí misma, de hecho, esta parte de la calabaza se puede usar para hacer recetas riquísimas. (¡Yo el año pasado hice un bizcocho de calabaza y quedó riquísimo!). El problema aparece en el momento en que se compra comida con el único objetivo de jugar.
En otros países, en los que esta costumbre está ampliamente extendida son comunes las denuncias del desperdicio de comida que se realiza.
Desde mi punto de vista, hay otro problema paralelo a esto, y es que la talla de calabazas una actividad en la que participan niños, y si los adultos no les enseñamos a valorar la comida ¿Qué mensaje les estamos transmitiendo?
Como ya he dicho antes, si se quiere pasar un rato divertido y decorar con calabazas, no pasa nada, en sí no tiene porqué ser una actividad en la que se desperdicie comida, y de hecho puede ser un buen momento para explicar a los pequeños que todo lo que salga se puede comer, pipas incluidas, haciendo hincapié mientras se divierten de la importancia de aprovechar todo lo que se pueda de los alimentos.
Además, después puede continuar la diversión haciendo alguna de las muchas recetas con calabaza que existen como cremas de calabaza, bizcochos de calabaza, o chips de calabaza.
En cuanto a la razón de utilizar calabazas en esta noche, es debido a una tradición Irlandesa y no americana. Y como hace tiempo prometí contar el origen de esta tradición, pues ahí va:
Una leyenda Irlandesa cuenta que Jack, un mentiros y pendenciero irlandés, logró engañar al mismo diablo en dos ocasiones, incluso hizo que el diablo prometiese que nunca se quedaría con su alma. Cuando Jack murió no podía ir al cielo, debido a su vida de pecado, y el diablo le prohibió la entrada en el infierno, pues había prometido no llevarse su alma jamás. Jack quedó entonces condenado a vagar en la oscuridad buscando eternamente un lugar en el que descansar. Después de ser rechazado en el infierno el diablo, a modo de burla, le lanzó a Jack una brasa que nunca dejaría de arder, Jack la metió dentro de un nabo para poder alumbrarse en su camino.
En Irlanda existía la tradición de encender velas dentro de nabos en la noche del 31 de octubre, pero cuando los irlandeses llegaron al norte de América descubrieron esto era más sencillo de hacer con las calabazas, y ahí es donde proviene esta costumbre.
¿Os ha gustado la leyenda? ¿Y la reflexión sobre el uso de las calabazas en estas fechas?