Hace unas semanas me cambié por fin al cepillo de bambú. La verdad es que llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo, pero no me gustaba tener que pedir solo un cepillo en una tienda on line, ya que encontrarlo en tiendas físicas, de momento, es complicado.
Como he dicho en otras ocasiones, eliminar el plástico del cuarto de baño es, probablemente, el paso más sencillo y rápido de todos los que he probado y sigo intentando.
Y aunque no representa la cantidad mayor de plástico en mi vida diaria, sí me apetecía dar este paso.
Este es uno de esos ejemplos en los que a nivel personal no representa una gran diferencia, pero sí a nivel global. Además, hay que tener en cuenta que los dentistas recomiendan cambiar de cepillo de dientes cada 3 meses, por lo que ya serían 4 cepillos de dientes al año. Yo, la verdad, es que lo cambio cuando veo que se está poniendo feo (llámame cochina, pero no conozco a nadie que apunte cuando cambia de cepillo). Si hacemos el cálculo, salen unos cuantos millones de cepillos de dientes al año en el mundo, y eso es mucho plástico.
Los cepillos, además, rara vez son reciclados. Te recuerdo que aunque sean de plástico no se desechan en el contenedor amarillo porque no son envases. Irían al contenedor de resto y, una vez en el centro de tratamiento de residuos, deberían ser separados y aprovechados, pero eso no siempre sucede.
Inconvenientes del cepillo de dientes de bambú
- Es difícil de encontrar. Yo no los he visto en ninguna tienda física y la verdad es que era una de las cosas por las que no he cambiado antes. Por eso, y porque necesitaba un cepillo de cerdas blandas.
- Lamentablemente el precio aún no es igual que el cepillo convencional.
Ventajas del cepillo de dientes de bambú
- Si tienes dudas entre si es mejor o peor que el convencional, te la resuelvo: son iguales. Vamos, que no notarás diferencia alguna.
- Dureza de las cerdas para todos los gustos. Yo tengo encías sensibles y no he notado nada malo con el cepillo nuevo.
- Por supuesto, es un elemento más de plástico que eliminas de tu vida.
¿De verdad es tan importante?
Pues aquí te voy a dar una respuesta un poco ambigua. Sí, es importante, pero en mi caso no lo consideraría una prioridad. Me explico, si ya tienes un largo camino recorrido y has reducido el plástico que usas en tú día a día, decir adiós al cepillo de plástico puede ser una buena idea.
Vamos, que usar el cepillo de dientes de bambú pero seguir usando plástico en cantidades ingentes no tiene mucho sentido. Aunque lo importante es empezar a reducir el plástico consumido, y no por dónde empezamos en concreto. Y como he dicho antes, a nivel global, si supone una cantidad de plástico importante.
Sin embargo, si estás empezando, puedes empezar por otros elementos de plástico de uso más habitual: botellas de agua, pajitas, cubiertos desechables, bote de jabón de manos, gel de ducha o champú y, por supuesto, en los envases de los alimentos, especialmente en frutas y verduras. Como ves, hay muchas opciones por las que puedes empezar.
Un paso más
Yo, aprovechando que compraba este cepillo, decidí comprar también la pasta de dientes sólida. Así, de primeras, me parecía un concepto un poco extraño, pero la verdad es que tras unos días te haces al cambio. Este tipo de pasta no hace apenas espuma, pero sí deja sensación de limpieza en la boca. Y además, cuando se termine, solo tengo que comprar el recambio y seguir usando el mismo envase.
Nota: tanto el cepillo de dientes como la pasta de dientes sólida los podéis encontrar en sinplastico.com