El coltán (columbita-tantalita) es una asociación de minerales formado por columbita y tantalita que contiene óxidos de niobio, hierro, manganeso y tantalio.
Hace algunos años el coltán pasaba desapercibido, sin embargo, debido a la revolución tecnológica sufrida en los últimos años se ha convertido en un mineral estratégico. ¿La razón? Las características que posee, como la conductividad y alta resistencia a la corrosión, hacen que sean muy apreciados en la fabricación de teléfonos móviles, videojuegos o incluso tecnología aeroespacial.
Hasta aquí no hay problema, un nuevo recurso es siempre algo positivo. Pero ahora hay que tener en cuanta diferentes factores, uno que seguro que todos habéis deducido es que es un recurso no renovable y por tanto ha de ser utilizado como tal, tratando de respetar al máximo el entorno de la zona de extracción, algo que no se está realizando en la actualidad en muchas zonas.
Otro factor, el más importante en mi opinión, es que una de las principales zonas de extracción se encuentra en la República democrática del Congo, una zona en la que la guerra ha hecho sufrir a miles de personas y donde las zonas de explotación de coltán se asocia a condiciones de esclavitud, trabajo infantil y violencia controladas por grupos armados.
El caso del coltán recuerda de forma trágica a los conocidos como “diamantes de sangre” (diamantes obtenidos por personas en condiciones de esclavitud, normalmente en zonas de guerra).
¿Qué podemos hacer nosotros?
Pues una de las opciones para no favorecer este cruel sistema y además evitar la generación de residuos es pensar en las razones que nos llevan a comprar, por ejemplo, otro móvil. ¿Realmente lo necesitas o es solo cuestión de moda? Si realmente lo necesitas, lo ideal sería conocer de dónde provienen los materiales que utilizan. En esta lista podemos ver un ránking con el compromiso de las empresas en este asunto. También puedes pedir al parlamento europeo que apruebe una legislación para controlar el comercio de coltán o bien pedir a las principales empresas tecnológicas que no utilicen materiales procedentes de zonas en guerra.