Sí, después de todo lo que se ha hablado y se hablará sobre el Brexit yo vengo a darle otra vuelta a este tema. No es por ser pesada, pero es que la decisión tomada en Reino Unido también tendrá repercusiones a nivel medioambiental, en concreto en sus políticas y planes.
La naturaleza, la contaminación, los animales y los recursos no entienden de fronteras. Son necesarias políticas, planes y leyes que abarquen y sean controlados a un nivel mucho más que simplemente nacional. Sin duda, el Brexit es una mala noticia para el medioambiente.
Leyes y planes a nivel europeo
Las directivas medioambientales, como todas a nivel europeo, son aprobadas por los eurodiputados en el parlamento. Después, cada país las transpone a su propia legislación.
Los planes y programas de la Unión Europea se basan en el intercambio de datos y conocimientos entre todos los países y en la búsqueda de un objetivo común a través de la financiación conjunta.
Consecuencias ambientales del brexit
Con el Brexit se abre un panorama de posibilidades para estos programas:
– Seguirán funcionando a pesar de no formar parte de la Unión Europea, puede que a través de tratados o convenios.
– Asumirán una legislación y planes similares a los actuales, pero sin tener en cuenta la totalidad de datos y actividades del resto de la Unión Europea.
– Realizarán unos planes independientes y a espaldas del resto de Europa.
Algunos temas ambientales afectados por el Brexit
Zonas ZEPA (Zonas de Especial Protección para la Aves). En Reino Unido hay más de 250 zonas ZEPA en las que viven o pasan estacionalmente aves singulares o en peligro.
Zonas ZEC (Zonas de Especial Conservación). Para asegurar la conservación de la biodiversidad.
RED Natura. Constituida por las Zonas de Especial Conservación y las zonas ZEPA.
Etiqueta ecológica europea. El fin de esta etiqueta es ayudar a los consumidores a diferenciar los productos y empresas que muestran un interés importante por el cuidado del medioambiente según los estándares de la Unión Europea.
Programas LIFE. Instrumento financiero de la Unión Europea para los programas de conservación de la naturaleza. En la actualidad hay varios de estos proyectos en marcha en Reino Unido que tendrán que buscar otro tipo de financiación. Personalmente, creo que será el sector más perjudicado.
Sería muy injusto pensar o sospechar que Reino Unido no va a mostrar interés por la protección y promoción de su entorno natural. Sin embargo, es muy probable que en el período de adaptación al cambio alguno de estos proyectos sufran un retroceso. Algo que nos importa a todos ya que el medioambiente y su conservación no entiende de fronteras.
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