Hace tiempo leí un concepto que me pareció muy curioso, el déficit de naturaleza. Algo que me parece que está muy presente y que en el futuro, lejos de desaparecer, se ampliará.
¿Qué es el déficit de naturaleza?
Curiosamente estas dolencias son muy parecidas a las que sufren los animales cuando son privados de libertad. Aunque no todas pueden tener como origen la ausencia de naturaleza, esta puede mejorar sus síntomas.
Richard Louv también afirma que cuanto mayor es el grado tecnología que hay en nuestras vidas, mayores deben ser las dosis de naturaleza que tomemos. Y no solo los niños, también esto tiene que ver con los adultos, hazte esta pregunta: ¿cuánto hace desde la última vez que estuviste en contacto con la naturaleza? O mejor dicho, ¿cuándo fue la última vez que pasaste el rato frente al ordenador o la televisión porque estabas aburrido?
Puede que sea porque relacionamos descansar con estar en casa, o por lo menos yo lo hago. Ya sé que no tiene sentido, se supone que tenemos que descansar de aquello que hacemos y que nos cansa: estar en casa o en el trabajo pendientes de llamadas, emails, con la vista puesta en el ordenador, con tareas pendientes… ¿No tiene más lógica descansar de todo esto pasando un momento en un lugar que no esté para nada relacionado con ello?
Cómo combatirlo
Lo ideal sería poder ir al campo, bosque o sitio alejado de la ciudad, pero esto suele conllevar tiempo que no siempre tenemos, sobre todo si lo queremos hacer a diario. La alternativa que tenemos es dar un paseo por un parque, cerca de un río, o zona que relacionemos con un entorno más natural, preferiblemente sin el móvil, o por lo menos tenerlo silenciado y sin conectarnos a internet. Eso sí, no vendría mal ir de vez en cuando a un bosque, pasar un día oyendo de fondo solo el ruido de las hojas de los árboles y los pájaros. Yo lo voy a poner en práctica siempre que pueda, ¿y tú?