En el planeta en el que vivimos pasan cosas muy bellas y extrañas. Muchas de ellas, la mayoría, no las conocemos aún, y por lo tanto no puedo hablar de ellas todavía; algunas están empezando a desaparecer, en gran parte por la acción que establece el hombre en su entorno; y otras, las estamos empezando a conocer ahora y nos asombra su singularidad y sencillez.
En este último grupo se encuentra un fenómeno que sucede en las aguas muy frías y que es conocido con el nombre de brinicle o dedo helado de la muerte, llamado así porque es capaz de destruir la vida que encuentra a su paso tras llegar al fondo marino.
Este fenómeno fue filmado en la Antártida por primera vez hace pocos días. La dificultad de esta grabación radica en el entorno en el que se produce, bajo la capa de mar helado a temperaturas inferiores a 2 grados bajo cero.
Este proceso consiste en la formación de una estalactita de hielo. La capa de hielo de la Antártida se encuentra a -20ºC y el agua que se encuentra debajo a -2ºC, esta diferencia de temperatura establece un sistema continuo en el que la zona inferior del hielo se derrite y se congela de nuevo en la parte superior, estableciéndose un equilibrio dinámico. Un brinicle se forma cuando en el hielo existe una mayor concentración de sal, por su mayor densidad esta agua más salada se sumerge y se congela al mismo tiempo, formado un canal por el que circula el agua. Aunque al principio es muy frágil, gana consistencia debido al hielo que se acumula a su alrededor. Si es capaz de llegar al fondo, seguirá su avance cuesta abajo hasta llegar a un punto lo más bajo posible donde se forma una pequeña piscina helada. Todo ser vivo que se encuentre en su camino quedará atrapado en el hielo.
En las fotografías podéis ver la belleza de este proceso.