He de reconocer que la primera vez que oí hablar del problema de las toallitas húmedas pensé que sería un asunto puntual, quizá un caso aislado en algún edificio que tenía algún vecino conflictivo. Con el tiempo, el tema de la toallitas que son tiradas por el retrete ha resultado ser importarte y preocupante.
Origen del problema
Aunque no lo parezcan, las toallitas húmedas y el papel higiénico son muy diferentes. El papel se deshace fácilmente en el agua, mientras que las toallitas no. Eso se debe a que están hechas de un material llamado textil no tejido, material que como su nombre indica, no está tejido. En el váter las fibras se separan, pero en su camino hacia la depuración se vuelven a unir y ahí es cuando llega el problema, porque cuando se unen muchas toallitas los atascos están asegurados.
Más allá de las cloacas
No es solo una cuestión que afecte a nivel local, ni siquiera a nivel nacional. El tema de las toallitas es un problema mundial. Se han registrado casos en todos los países en los que este producto se ha popularizado.
La principal consecuencia es el aumento del gasto en la depuración de agua. Y no es un gasto pequeño, se estima que puede llegar a incrementar el coste entre un 8 y un 10%. Ese gasto lo pagamos entre todos. Tal es el coste, que supone que en algunos lugares ya se plantean multar a las comunidades de vecinos en las que se cause el problema en la red de saneamiento.
A nivel ambiental se producen problemas en ecosistemas acuáticos. Porque aunque creas que no, el problemas de las toallitas puede llegar hasta el mar.
¿Biodegradables? No son la solución
No, para nada es la solución. A pesar de que su nombre pueda inducir a que se pueden tirar por el retrete, no se degradan tan bien como el papel. Sus fibras se trenzan y enredan de nuevo provocando atascos en las redes de saneamiento y problemas en las zonas costeras.
Entonces, ¿qué hacemos con las toallitas húmedas?
A nivel individual podrías plantearte si realmente necesitas el uso de estas toallitas. Después, tener claro que el retrete no es una papelera. Las toallitas, y el resto de cosas que aparecen en la red de saneamiento (bastoncillos, productos de higiene femenina…) deben ir a la papelera.
Las empresas que comercializan este tipo de productos también deberían tomar parte en este problema. Cuando una toallita tarda en degradarse más de 5 días ya es problemática para las redes de saneamiento. Por eso, deberían especificar de manera clara que en ningún caso se deben desechar por el retrete.
A nivel colectivo creo que ya sería hora de empezar a hacer compañas de concienciación para que el mensaje llegue a cuanto más gente mejor y en el menor tiempo posible.
Para que quede más claro, y en caso de que quieras difundir la información, te dejo esta infografía.
¿Sabías que este problema estaba tan extendido o pensabas, como yo, que era un problema puntual?
Enlaces de interés:
Entrevista al presidente de la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento