Todo el mundo conoce los beneficios del reciclaje, permitiendo dar una nueva vida a los elementos que nos rodean, de esta manera se reduce el consumo de materias primas y lo que en principio sólo era residuo, pasa a ser recurso.
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a reciclar los envases y el papel, pero este proceso puede extenderse a muchas más cosas. Por ejemplo, aunque no es habitual, existen empresas que se dedican al reciclaje de pelo. El cabello puede ser utilizado como absorbente en los casos en los que se producen derrames de aceite y petróleo, las curvas y porosidad del cabellos hacen que el petróleo se adhiera a la superficie, así, las barreras de contención fabricadas con cabello que se utilizan en los en los derrames de combustible, son altamente efectivas.
Por otro lado, este no es el único uso que se puede dar al cabello, al contener elevadas concentraciones de nitrógeno, puede ser utilizada para modificar la relación carbono/ nitrógeno en el proceso de compostaje.
Tan poco común como el caso anterior, es el caso del programa Keys for kindness, (Llaves para la bondad) que recoge las llaves antiguas, el metal que contienen es vendido para su reciclaje y los fondos son utilizados para la lucha contra la Esclerosis Múltiple.
A la vista de todo esto, está claro que en cuestiones de reciclado no existen límites.