El freeciclaje es un nuevo término que se aplica para dar nombre a un viejo concepto, el trueque. La principal diferencia es la organización y las nuevas tecnologías puestas al servicio de todos aquellos que tengan algo que no sea útil para ellos, pero que suponga una necesidad para otros.
Esta reinvención del trueque surgió hace casi diez años, cuando Deron Beal creó una red a través de internet con 30 amigos en las que se establecía la base de los intercambios, todo cambio debe ser gratuito. Actualmente esta red está en más de 75 países y cuenta con aproximadamente 9.000.000 de usuarios. Para unirse a esta red, es necesario buscar el grupo más cercano geográficamente (así los intercambios serán más sencillos) en freecycle.org y registrarse como miembro, después es tan sencillo como saber qué es lo que quieres y lo que puedes ofrecer.
Los beneficios de este sistema son muchos, el principal es al ahorro de dinero, algo que seguro que muchos agradecen, pero también supone un ahorro en los costes ambientales. Por ejemplo, si cambiamos una cuna que ya no necesitamos por una mesa de salón, se eliminan los costes que supone el traslado al vertedero, y los costes de su eliminación y por otra parte no es necesario el gasto de más materias primas para la fabricación de una mesa nueva. Este ahorro multiplicado por los 45.000 intercambios diarios que se estiman, supone un gran ahorro y una nueva forma de colaborar con un estilo de vida más sostenible y menos consumista.
El objetivo actual del freeciclaje es extenderse y abarcar más zonas para que se puedan beneficiar de este nuevo sistema.