La lechuza común ha sido elegida por votación popular Ave del Año 2018. Probablemente se ha ganado el cariño de la gente por sus belleza, pero lamentablemente también por las amenazas a las que está sometida en la actualidad.
La lechuza en España se encuentra en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y sus poblaciones han disminuido en los últimos años, afortunadamente, hay esperanza para esta especie. Y este año, su año, habrá muchos profesionales y voluntarios luchando por su conservación.
Un ave que parece un superhéroe
Sí, y es que no es para menos. Sus plumas hacen que su vuelo sea muy silencioso, algo importante para no llamar la atención de sus presas. Ni Batman y su batcoptero son capaces de igualar su vuelo.
Debido a la posición de sus ojos, es capaz de calcular bien la distancias, su visión espacial es privilegiada. Una vez más, es un regalo de la evolución para potenciar su capacidad depredadora. Superman no tiene nada que hacer a su lado.
Su cuello no puede girar los 360º, pero sí que puede tener una visión de todo lo que ocurre a su alrededor. Gira la cabeza unos 270º, que no está nada mal. Seguro que Spiderman no es tan flexible.
La forma de su cara tampoco es casualidad. Le permite dirigir los sonidos a sus oídos, de esta manera puede detectar a sus presas.
Amenazada en su propio hábitat
El abuso de pesticidas y rodendicidas es una de las principales amenaza. No solo porque reduce su principal fuente de alimentación, también porque, en algunos casos, puede provocar envenenamientos secundarios.
La transformación agraria tampoco es algo que ayude a la lechuza, los monocultivos y el incremento de las tierras de regadío disminuyen sus posibilidades de encontrar alimento.
Las lechuzas, a pesar de ser aves no hacen nidos, son cavernícolas y suelen anidar en oquedades, en ocasiones en edificios de entornos rurales. Con el abandono de las zonas rurales, las lechuzas pierden estas zonas en las que vivir y criar.
Harry Potter, ¿qué has hecho?
Desgraciadamente la saga de Harry Potter no ha hecho ningún favor a las lechuzas. Al igual que en los libros, muchos niños han querido tener como mascota una lechuza. Este hecho ha aumentado las capturas de lechuzas, sobre todo en el sur de Asia para venderlas en otros países.
Las lechuzas no son mascotas, y además de las que no sobreviven al viaje hay que contar las bajas de las son abandonadas o mueren por no saber cómo cuidarlas en cautividad.
Así que recuerda, si eres un muggle no pienses en tener una lechuza como mascota. Si te gusta este animal, lo mejor que puedes hacer es dejar que viva feliz en libertad.
Foto de portada: Andy Chilton