Lamentablemente, con el verano vuelven, una vez más, los incendios. En las noticias suelen hablar más de la superficie quemada y poco o nada de las personas que provocan el incendio en los casos de los incendios provocados.
En ocasiones se confunden algunos términos, como incendiario o pirómano, y de eso va esta entrada, de hablar de las intenciones que hay detrás de los incendios intencionados.
Pirómano vs Incendiario
Un incenciario no es un pirómano. De hecho no tienen nada en común salvo el daño que generan.
Pirómano: persona que posee una tendencia patológica a la provocación de incendios.
Incendiario: que incendia con premeditación con afán de lucro o maldad.
Todo fuego iniciado por un pirómano es un fuego intencionado pero no todos los fuegos intencionados están provocados por pirómanos. Es decir, que detrás de una persona que provoca un fuego no tiene por qué estar una enfermedad que le hace provocar incendios, muchos no son enfermos, simplemente son personas que sacan algún tipo de beneficio al prender un monte.
Razones de los incendios intencionados
El 95% de los incendios tiene su origen en causas humanas. Dentro de este porcentaje las causas son muy variadas. Algunos de ellos son intencionados, otros son negligencias y otros están provocados por incendiarios.
Hay que resaltar que no todo fuego intencionado es provocado por un incendiario. En ocasiones estos fuegos empiezan con la quema de rastrojos, que, en situaciones desfavorables, se convierten en imposibles de controlar. Por ello es importante reducir este tipo de prácticas y tener en cuenta que el fuego es un elemento que no obedece a órdenes humanas.
En el caso de pirómanos e incendiarios, las motivaciones son muy distintas.
Motivación de los pirómanos: es una patología siempre relacionada con el fuego. Algunos disfrutan simplemente viendo como el incendio se extiende, otros viendo las labores de extinción y otros, incluso, colaborando en esas labores.
Motivación de los incendiarios: bien para perjudicar a otros o para obtener un beneficio directo. Los casos dan para todo, venganzas, peleas respecto a lindes, etc. Un gran abanico de «razones» que nos perjudica a todos.
¿Qué pasa con los culpables? ¿Y con el terreno?
Por supuesto, quemar un bosque está penado pero, lamentablemente, solo el 0,1% de los incendiarios son juzgados y condenados, 🙁 por lo que el problema no tienen visos de solucionarse mediante esas medidas a corto plazo.
Respecto al terreno, la ley de montes deja a las comunidades autónomas la elección de qué hacer con el terreno quemado. Algo que, como sabrás, ha sido muy debatido y poco entendible.
En cualquier caso recuerda que puedes proteger los bosques, incluso sin estar en ellos.