La pobreza energética es un concepto creado por Brenda Boardman y se define como la incapacidad para satisfacer unos servicios mínimos energéticos en el hogar, lo que incluye el mantenimiento de una temperatura adecuada. Los casos de pobreza energética se suelen dar en hogares cuyos habitantes tienen bajos ingresos y residen en casas que son energéticamente ineficientes, lo que incrementa el coste en la climatización del hogar.
Como es lógico la crisis económica que venimos sufriendo en los últimos años ha aumentado en número de casos en nuestro país. Cruz Roja estima que el 10% de los hogares sufren este mal.
En Grecia, el uso de la leña no adecuada (procedente de muebles barnizados o pintados) ha aumentado, sustituyendo a otros combustibles con coste más elevado. Por otra parte también se está produciendo un aumento de la tala no controlada en ciertas zonas del norte de Grecia y Bulgaria.
Pero lo peor de toda esta situación es que la inadecuada temperatura en el hogar puede tener repercusiones en la salud, siendo los ancianos y los menores de 1 año los colectivos más sensibles.