La economía colaborativa se basa en los principios de compartir e intercambiar bienes y servicios entre particulares. Este tipo de economía, que se encuentra en aumento desde hace unos años, fomenta el compartir en vez de comprar, el intercambio frente al consumo.
Economía colaborativa: en auge en los últimos años
Uno de los motivos por los que este tipo de consumo ha despegado es gracias a las nuevas tecnologías que permiten conectar a los participantes aunque se encuentren a kilómetros de distancia. Pero la tecnología solo ha sido la herramienta que ha permitido materializar el cambio en los millones de personas, un cambio que representa el deseo de crear un mundo donde la equidad y la freno al consumismo estén presentes.
Este tipo de economía abarca campos muy diversos, los más conocidos son los que facilitan encontrar alojamiento (en ocasiones cambio de cuidar mascotas) o compartir coche gracias a las archiconocidas plataformas Airbnb o Blablacar.
Pero en este tipo de sistema económico también podríamos destacar espacios de coworking, es decir, entornos físicos y virtuales que favores que emprendedores y pequeñas empresas tengan un espacio en el que desarrollar sus actividades individuales, pero también trabajar conjuntamente en proyectos comunes, o los bancos de tiempo, que permiten el intercambio de unos servicios a cambio de otros.
Las ventajas
Las ventajas del consumo colaborativo se pueden analizar desde muchos puntos de vista. Los consumidores obtienen una mayor variedad de servicios y normalmente a un mejor precio, favorece el uso más eficiente y se reduce el consumo de materiales. Pero los beneficios superan a las meras ventajas materiales, ya que este tipo de intercambios favorecen el sentimiento de comunidad, la solidaridad y la equidad.
Los argumentos de los destractores
Esta nueva economía también cuenta con sus detractores, que señalan la falta de control de estas plataformas y el intrusismo laborar como las principales desventajas y carencias de este sistema.
Enlace de interés: consumocolaborativo.com
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Muy interesante! Yo estoy a favor de volver al "trueque" y del cooworking, de esta forma salen a la luz proyectos que de otra forma no podrían financiarse.
Besos
Nunca había oído hablar de ello, al menos no con ese nombre.
Sí conozco los bancos de horas, y la verdad no estoy muy por la labor. La teoría es que una hora vale una hora, sea la profesión que sea. En principio parece muy justo, pero no sé, hay cosas muy sencillas que se hacen en muchas horas (ej. fregar el suelo) mientras que otras cosas se pueden hacer en 15 minutos pero llevan gran responsabilidad (ej. una operación quirúrgica). Supongo que los cirujanos no se ofrecen en bancos de horas, pero es un ejemplo extremo...
Por lo demás, siempre dispuesta a aprender cosas nuevas :))
Sí, en mi ciudad hay varios espacios de coworking y cada vez aparecen más!
Besos
Seguramente lo has oído pero con otro nombre. Lo de los bancos de tiempo supongo que se pueden ofrecer distintos servicios y también teniendo en cuenta el esfuerzo que supone.
Un saludo
¡Hola Isa! Yo estoy a favor de este tipo de economía, excepto en el caso del coche con desconocidos porque me puede mi lado abogacil. No puedo evitarlo... Sé de gente que tiene experiencias fantásticas con este tema, pero no acabo de verlo.
Los espacios de coworking me parecen positivos por muchas razones, tanto a nivel de consumo como de relaciones empresariales. Y la verdad es que, en general, todas estas ideas son buenas para cambiar nuestro modelo de consumo.
Un abrazo,
Yo veo bien lo de compartir coche, es una forma de reducir la emisiones. Los espacios coworking están triunfando y me parece genial que se genere ese ambiente de colaboración entre los participantes.
Un saludo