Este post que hoy escribo no iba ser este, yo quería escribir sobre las formas que existen para reciclar nuestros móviles, pero resulta que después de ponerme manos a la obra se me han quitado las ganas y me he enfadado bastante.
¿Y por qué te has puesto de mal humor? Os preguntaréis vosotros, pues porque después de mirar muchos sitios que estaban relacionados, no solo con la donación de móviles, sino también con la colaboración de ONGs me he dado cuenta de que muchas veces venden algo ecológico y sostenible mintiéndonos descaradamente.
Por ejemplo, en Eurekamovil te compran tu teléfono viejo, pero… ¿Qué pasa después? La razón por la que empecé a sospechar fueron varias:
– No aceptan el cargador del móvil,
– Los móviles que no funcionan son vendidos (¡ojo! No donados) a países del tercer mundo (sin cargador poco van a hacer, pienso yo).
Lo venden como un acto de caridad hacia estos países, pero la cara oscura y muy oscura de este hecho es que en estos países la legislación ambiental es más permisiva con los residuos y por lo tanto el impacto medioambiental será mayor.
Con esto lo que han conseguido es abrir la puerta de atrás al envío de un montón de móviles cuya vida útil ya es escasa, dejando el gran problema de los residuos a otro país.
Por eso es os pido que antes de utilizar uno de estos sistemas os miréis y remiréis para ver qué pasa con el móvil que se dona, y desde aquí prometo que en otro post hablaré de reciclar móviles sin enfadarme.