Si quieres regalar algo original en Navidad, regala un animal, y si es posible un animal exótico, pero para hacerlo no vayas a una tienda, no te fíes de ese amigo que dice que él tiene un mapache que vive perfectamente en un piso y mucho menos hagas caso de esos anuncios en los que se ofrecen animales que vienen de muy muy lejos sin ningún tipo de papeles, es más, aunque tuviesen todas las garantías de haber sido exportados según las normas, no lo hagas. Un animal salvaje no se adaptará del todo a vivir en una ciudad, en el mejor de los casos sobrevivirá, pero no vivirá tan feliz como lo pudo hacer en su propio hábitat.
Si crees que un animal salvaje puede ser un buen regalo regala un animal que verdaderamente se encuentre en un estado salvaje. No le saques de su entorno pero ayúdale a que sobrevivir allí donde esté.
Regala, por ejemplo, la posibilidad de conocer donde se encuentra una tortuga o donde está en concreto un ejemplar de tiburón. De esta manera se colabora con la investigación y la lucha contra las amenazas a estos animales.