Al igual que en cierta película de dibujos animados en que la intentaban hablar con las ballenas, un grupo de científicos en Valencia han conseguido descifrar los sonidos que emiten las belugas.
Estos bonitos cetáceos emiten sonidos con dos fines: como sistema de localización y también para comunicarse entre ellos. Dentro de los sonidos empleados para la comunicación, los científicos del Oceanográfico de Valencia y del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia de la Universidad Politécnica de Valencia pueden interpretar su estado de ánimo, y así saber cómo se encuentran dentro del acuario. En la interpretación de la variedad de sonidos que emiten se distingue, desde el estrés provocado por las pruebas veterinarias, hasta las situaciones de tranquilidad en las que los cetáceos se encuentran contentos. Mediante la monitorización constante de los animales, sus cuidadores pueden detectar rápidamente las situaciones que molestan o intranquilizan a las belugas, proporcionándoles mejores condiciones dentro de la cautividad. El siguiente paso dentro de este estudio es aplicarlo en mar abierto.
Este estudio no es el único que ha surgido con el fin de la interpretación e interacción con animales. Las investigaciones más comunes en este campo se centran en los primates, de los que no sólo se interpreta el leguaje no verbal, sino que además se plantea una comunicación similar a la que establecemos entre nosotros. El caso más conocido es el de Washoe, una chimpancé a la que enseñaron más de 250 palabras en el lenguaje de signos y que fue capaz de transmitir parte de estos conocimientos a dos de sus congéneres.